domingo, 10 de mayo de 2009

BIOGRAFIA DE ANTONIO MEUCCI


Antonio Meucci
Inventor y científico italiano nacido en Florencia en 1808 y muerto en Nueva York en 1889. Fue el inventor del teléfono, pese a que históricamente la "paternidad" del aparato se atribuyó al estadounidense de origen escocés, Alexander Graham Bell.
Meucci había cursado estudios de Ingeniería Mecánica en su Florencia natal y en la década de los años treinta emigró a Cuba en busca de fortuna. No tuvo suerte y después de trabajar durante algunos años como tramoyista y sanador en La Habana volvió a emprender viaje, esta vez con destino a Nueva York.

FUNCIONAMIENTO DEL TELEFONO

En un sistema telefónico, la transmisión se basa en el paso, a través de un circuito, de un flujo de corriente cuyas variaciones de intensidad vienen marcadas por las propias variaciones de resistencia de dicho circuito. El aparato encargado de modificar la resistencia de éste, y, por tanto, la intensidad de la corriente, es el micrófono. El micrófono lleva incorporado un dispositivo de forma cilíndrica, con pequeños granos de carbón —el carbón altera su grado de conductividad de la electricidad en función del factor presión—. En uno de sus extremos, el micrófono presenta una pequeña membrana móvil que, como si de un tímpano se tratara, varía su presión sobre los granos de carbón, por efecto de las ondas sonoras. La variación de las ondas sonoras genera variaciones de presión en la membrana, de las que se derivan, a su vez, variaciones de intensidad en la corriente que atraviesa el circuito. La intensidad cambia, por tanto, al tiempo que lo hacen las ondas sonoras.
En el funcionamiento del teléfono entra en juego, asimismo, el principio del electroimán —recordemos que se trata de un núcleo de hierro dulce al que el paso de una corriente eléctrica confiere propiedades magnéticas—. La disposición de una lámina metálica vibrante junto al electroimán del circuito emisor —donde, según se ha indicado, la intensidad de la corriente eléctrica viene determinada por las variaciones de las ondas sonoras en el micrófono—, permite que aquélla se mueva libremente, en función de la corriente y, por tanto, de las ondas sonoras responsables de dicha alteración. La laminilla metálica actúa como cuerpo vibrante emisor de sonido, el mismo que registra el micrófono.
En la central telefónica existe un generador encargado de suministrar la corriente eléctrica de baja tensión que llega al micrófono, conectado en serie dentro de la línea.
Por su parte, el receptor está conectado en circuito local; la corriente procede del transformador que alimenta la propia línea telefónica. Al unir dos aparatos a través de la central queda constituido un circuito de línea, donde aparecen los dos micrófonos intercalados, no así los receptores, que se activan a partir de las variaciones creadas por aquéllos.
Conexiones telefónicas
La primera conexión telefónica pública se verificó en Estados Unidos en 1878, gracias a la instalación de una centralita de funcionamiento manual, que hacía posible la distribución de las llamadas entre los usuarios de la red. Desde la centralita manual —sistema que, en determinadas áreas de España permaneció en uso hasta hace apenas veinte años—, se establecía la conexión a través de una red de clavijas que se introducían en sus correspondientes tomas. La conmutación automática empezó a popularizarse en los años noventa del siglo XIX, con la introducción del disco marcador, sustituido en épocas recientes por los denominados «generadores de impulsos».
En un principio, la interconexión de teléfonos se realizaba exclusivamente recurriendo al tendido de cables; hoy, este sistema se mantiene a nivel local. Sin embargo, para las comunicaciones a larga distancia se emplean actualmente la radio o satélites artificiales.
En el caso de los cables, la experimentación con nuevas tecnologías está destinada a sustituir los tradicionales hilos eléctricos por otros de fibra óptica; en ellos, la señal no es consecuencia de la corriente eléctrica, sino que se genera a partir de una onda luminosa, lo que se traduce en el incremento de la rapidez y la calidad de la transmisión de impulsos. Estas ventajas en cuanto a velocidad y calidad se complementan gracias al desarrollo de dispositivos digitales, que funcionan a partir de señales que se generan y se representan mediante secuencias de ceros y unos. La transformación de cualquier señal en una serie de ceros y unos amplía notablemente las posibilidades de la transmisión a través de redes telefónicas; únicamente es preciso que existan aparatos específicos destinados a codificar y descodificar la’información inicial y final.
Comunicaciones a larga distancia
En las comunicaciones a larga distancia, la señal eléctrica se transforma en la central de conmutación en ondas de radio ultracortas, que pueden ser enviadas y recogidas por antenas parabólicas para su nueva codificación en señales eléctricas, éstas ya destinadas al aparato receptor. Las señales viajan, como la luz, en línea recta.
Telefonía electromagnética
La principal evolución que en los últimos tiempos ha experimentado el campo de la telefonía se relaciona estrechamente con la creación de aparatos autónomos, provistos de baterías que pueden emitir señales electromagnéticas, no eléctricas. Popularmente, se conocen como teléfonos móviles, portátiles o celulares.
Para hacer frente a la espectacular proliferación de teléfonos móviles producida en los últimos tiempos se ha puesto en marcha una compleja red de antenas retransmisoras, lógicamente ubicadas en lugares altos. La mejora del proceso de captación y reenvío de las señales electromagnéticas marca, sin duda, el camino de futuros avances. En este sentido, la colocación de las antenas en satélites artificiales en órbita alrededor de la Tierra ofrece múltiples posibilidades.

EVOLUCION DEL TELEFONO

La aplicación de la electricidad al ámbito de las comunicaciones —los primeros experimentos en este sentido se remontan a la etapa final del siglo XVIII— supuso un avance decisivo. Si el telégrafo había logrado asociar impulsos eléctricos y letras, sistema que, tras un adecuado procedimiento de descodificación, permitía la transmisión de mensajes a larga distancia, el siguiente paso vendría con La unión de la señal eléctrica y la voz humana. No obstante, en el caso del teléfono, se hacía necesario un elemento intermedio que tradujera ondas sonoras en señales eléctricas y viceversa, un segundo dispositivo capaz de convertir la señal eléctrica en onda de sonido. (foto: primer aparato ideado por Graham Bell)

En 1857, Antonio Meucci (1808-89) (foto) habla inventado una máquina cuyo componente esencial era un elemento vibrador unido a un imán; era el primer aparato telefónico: Aunque Meucci patenté su hallazgo en 1871, el escaso interés mostrado por la compañía a la que le ofreció y las dificultades económicas le hicieron abandonar el proyecto. Por este motivo, sería Graham Bell (1847-1922) quien, finalmente, tras patentar un aparato semejante en 1876, pasaría a la historia como el verdadero padre del teléfono, y ello a pesar de que surgió inmediatamente una disputa legal que no finalizó hasta 1886 y con resultado favorable para Meucci.
A partir de entonces, los avances más señalados derivaron’de la incorporación de bobinas (1913) y de diversas técnicas que hicieron posible mantener más de una conexión sobre la misma línea (1916). Los nombres de Thomas A. Edison, Elisha Gray o Edward Hughes sé encuentran estrechamente vinculados al desarrollo del teléfono.
En una etapa posterior, en los años treinta, se aplicaron cables coaxiales y, ya en la segunda mitad de la centuria, se verificaron las primeras comunicaciones entre continentes y comenzaron las transmisiones vía satélite.

HISTORIA DEL TELEFONO


El teléfono es uno de los sistemas de comunicación más utilizados, ya que permite entablar conversaciones con personas ubicadas en cualquier sitio donde haya un aparato telefónico.
El teléfono, como casi todos los medios de comunicación, funciona en base a la electricidad. La telefonía está muy extendida en todo el mundo, desde hace unos años se introdujo el teléfono celular, que trabaja sin necesidad de cables y puede ser llevado fácilmente de un lugar a otro. Actualmente se está utilizando rayos láser para transmitir mensajes mucho más eficientemente que la telefonía actual, la cual, sin duda, se verá mejorada con el uso de esta tecnología.
Bell había construido un telégrafo experimental, el cual comenzó a funcionar erróneamente debido a que una de las piezas se soltó. Este hecho le entregó a Bell una visión de cómo las voces se podrían reproducir a distancia. Con esta idea, él construyó un transmisor y un receptor, para los cuales recibió una patente el 7 de marzo de 1876.
Cuando Bell y su ayudante, Thomas A. Watson se preparaban para probar el mecanismo recién construido, a Bell se le derramó un poco de ácido en su pierna. Mientras tanto, en la otra pieza estaba Watson al lado del receptor cuando derepente escuchó claramente el primer mensaje telefónico: "Sr. Watson, ven aquí, te necesito! "
Algunas horas después de que Bell hubiera patentado su invención, otro inventor americano, Elisha Gray, entregó un documento advirtiendo a la oficina de patentes de los Estados Unidos que él, en California, había inventado el teléfono.
Otros inventores, tales como Amos E. Dolbear, también hicieron demandas a la misma oficina por haber inventado el teléfono al mismo tiempo. Los pleitos fueron clasificados por varios individuos y la demanda de Bell de ser el inventor del primer teléfono tuvo que ser defendida en la corte 600 veces antes de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidiera en su favor debido a la zona horaria.